HIMNO DE RANCAGUA
En Rancagua dio trémula nota El clarín de la muerte al sonar, Y fue un riego la sangre
patriota Para el árbol de la libertad
Ave fénix que nunca perece Revestida de un nimbo triunfal, Oh Rancagua
tu gloria florece En un loco heroísmo triunfal. En tu cielo se vio reflejada Una hoguera de inmenso fulgor, De
tu plaza la gran llamarada Y de O'Higgins el fiero valor.
Cual guirnalda de Octubre florida En tus calles los
nombres se ven, De los bravos que al darte sus vidas Un laurel han prendido a tu sien. Y una torre que al tiempo
detiene Centinela de honor y de luz, Para el pecho del héroe sostiene De martirio y de gloria una cruz.
Musica: Fernando Morales A. Arreglos: Antonio Muñoz C. Texto: Oscar
Castro
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"EL
ESCUDO DE RANCAGUA"
"Gracia conferida a Rancagua por el Excmo.
Señor Director Supremo de la Nación General Don Bernardo O'Higgins. La antigua villa de Rancagua se ha hecho digna de la más
alta estimación, así porque fue víctima de la ferocidad española, sufriendo por más de tres días los estragos del fuego, del
cuchillo y del pillaje, en la fatal jornada del 1º de octubre de 1814, como por los demás sacrificios que experimentó en la
subsecuente dominación tiránica y que le sirvieron de estímulo para aumentar su entusiasmo y virtudes cívicas, como lo ha
acreditado constantemente después de restablecido el Estado a su libertad. En esta atención he mandado expedirle esta carta
por la cual declaro que la villa titulada Santa Cruz de Triana, capital del partido de Rancagua, en premio de los expresados
sacrificios y méritos contraídos, puede y debe titularse la Muy Leal y Nacional Ciudad de Santa Cruz, capital del partido
de Rancagua; y su cuerpo municipal, el Muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad de Santa Cruz, capital del
partido de Rancagua. Sus armas serán:
- Un escudo orlado con dos ramas de laurel y en su centro un fénix, renaciendo
de sus cenizas y sosteniendo en su garra derecha el Árbol de la Libertad. - El campo del escudo será rojo, como color emblemático
de la sangre que ha costado a Rancagua su celebridad; y el lema que circuirá el fénix será el siguiente:
"Rancagua
renace de sus cenizas, porque su patriotismo la inmortalizó".
Archívese un ejemplar de esta carta en el Archivo del
Ilustre Ayuntamiento de esta capital, y circúlese orden a los pueblos del Estado, haciéndoles saber de la gracia conferida.
Dada en el Palacio Directorial de Santiago de Chile, a 27 de mayo de 1818; firmada de mi mano, sellada con el Sello del Estado
y refrendada por el Secretario de Estado en el Departamento de Gobierno.
(Firman) BERNARDO O'HIGGINS ANTONIO
JOSÉ DE IRIZARRI
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