Fríos y calculadores....
Sólo eso…???
¿Qué generación estamos viviendo?
¿ En qué ha quedado lo que nos enseñaron de manera tan simple nuestros padres y abuelos?
Sí, es verdad, los viejos no “sabían
tanto”. Muchos de ellos nunca fueron a un colegio, la mayoría sólo tuvo la oportunidad de aprender a leer y escribir.
Jóvenes, casi niños, comenzaron en la vida del trabajo.
Es verdad que les costaba mucho
hilar frases y oraciones, su vida no giró en torno a la web, ni al correo electrónico.
Ninguno de ellos quizás jamás hubiese entendido lo que es el mp3, el incorporarse
a un blogs, ni menos en pensar en un notebook que lo mantuviera conectado las 24 horas del día y con la oportunidad de enviar
mensajes instantáneamente.
Pero … recuerdan sus miradas…?
Bastaba algo más?. Para ellos no era necesario haber pasado por todas las universidades y haber obtenido todos los títulos,
postítulos y doctorados; cuando querían enseñarnos algo, solo bastaba su mirada, y con palabras simples hacernos entender
que hacer.
Hoy todo se calcula, hoy todos
tenemos un precio y para negociar necesitamos ser fríos… Aparentemente nada más importa … “entrega, esfuerzo,
tiempo, disposición”, nada parece válido al momento de las evaluaciones, todo es simplemente “discurso”. El discurso y las evaluaciones también se venden y se compran.
Estamos formando nuevas generaciones,
en muchas de nuestras manos está la posibilidad de hacer y dejar huellas. Pero ¿qué nos motiva a hacer lo que día a día hacemos??
¿ Cuál es el interés que inspira nuestro andar? ¿ En qué o en quienes pensamos antes de tomar una decisión? ¿ Pensamos en
la persona que se ve afectada por lo que hacemos o decidimos ?
Algunos tienen hoy la gran oportunidad
de tomar decisiones, pero si esta “ autoridad y poder” está basado
en ser “ frios y calculadores” - porque pareciera que eso es lo que sus “maestros” le dijeron que
era la clave del éxito - , la verdad es que el futuro no será muy auspicioso.
Ser un buen líder no es ni será
“ solo hacer que los otros hagan lo que no quieren hacer y yo me alegre al ver como lo hacen” .Tener la oportunidad
de dirigir nos obliga en primer lugar a valorar todo lo que nuestros padres y abuelos hicieron por nosotros; en segundo lugar saber que detrás de un obrero o empleado hay un corazón que también desea disfrutar
de las caricias del “supuesto desarrollo”; y en tercer lugar, y quizás lo más importante, es saber y descubrir
que una mirada transparente, en donde nada se oculta, ni se calcula, es más importante que un cargo o un título profesional
cuando sólo se busca un interés personal.
Profesor Pnunez
Pnunezch66@gmail.com
Marzo de 2006.-